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De mis lecturas

La NSA Agencia de Seguridad Nacional, el poder de USA sobre las élites mundiales

Aunque hace años el dinero se escondía de forma pasiva en Suiza, hoy en día el dinero se dirige a la gran fiesta especulativa en que se han convertido los paraísos fiscales con la globalización.

Con la llegada de internet todo, absolutamente todo lo que hacemos en la red, queda registrado, y así todas nuestras acciones, pasadas y presentes, financieras pero también personales, son objeto de vigilancia.

Con internet, los ricos que depositan su dinero en los paraísos fiscales se encuentran bajo la mirada y el control de las autoridades estadounidenses: de ello se encarga la National Security Agency (NSA), agencia especializada en el registro de las comunicaciones.

Cuando se piensa en el poder de control de Estados Unidos, la primera idea que viene a la cabeza es la de un policía mundial. Pero esta mirada superficial pasa por alto lo esencial: la vigilancia que ejerce la NSA sobre las oligarquías del mundo, en particular de las no estadounidenses.

No Place to Hide, de Glenn Greenwald, hizo pública la información suministrada por Edward Snowden, el informático que trabajó primero en la CIA y luego en la NSA: en 2013, Snowden reveló el programa de espionaje a gran escala desarrollado por el Gobierno estadounidense, y luego se refugió en Rusia.

Lo más  llamativo es que el foco de la NSA no son los enemigos de Estados Unidos, sino sus aliados: europeos, japoneses, coreanos y latinoamericanos. La revelación de que el teléfono móvil de Angela Merkel era objeto de escuchas empezó a alertar a la opinión pública. La información de Greenwald implica que el Imperio estadounidense se basa, en gran parte, en lañ vigilancia de los individuos. La «Intelligence Community» gringa que agrupa a dieciocho agencias de inteligencia, cuenta con unos 300.000 empleados.

Puede que los ciudadanos de Europa no sepan dónde está el dinero de sus dirigentes, pero la NSA sí lo sabe, y esos dirigentes saben que la NSA lo sabe.

Es difícil decir, en qué medida los datos recopilados por la NSA permiten mantener a raya a las élites occidentales. Tampoco se puede saber hasta qué punto esta institución puede acceder realmente a las cuentas privadas, ni cuáles son sus capacidades de almacenamiento. Pero basta con que las élites europeas crean en su poder y se sientan vigiladas para que esto ayude a que se muestren totalmente sumisas en sus relaciones con el amo estadounidense.

Es este miedo el que puede explicar el servilismo europeo hacia Estados Unidos? Está claro que no es este el único factor de la sumisión al 100% al amo americano, pero si contribuye a la atmósfera de total obediencia de las elites occidentales.

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